LENIN. La Insurrección es un arte.
Dos cartas al Comité Central.
I Los bolcheviques deben tomar el poder.
“Habiendo obtenido los bolcheviques la mayoría en los soviets de diputados obreros y soldados de ambas capitales, pueden y deben tomar el poder estatal en sus manos…
La mayoría del pueblo está con nosotros. Lo ha demostrado el largo y difícil camino recorrido desde el 6 de mayo hasta el 31 de agosto y el 12 de septiembre: la mayoría conquistada en los soviets de las capitales es el fruto de la evolución del pueblo hacia nosotros. Las vacilaciones de los socialistas revolucionarios y de los mencheviques, el incremento de los internacionalistas entre ellos, lo confirman también… Se trata de que en este momento nuestro partido tiene de hecho en la Conferencia Democrática su propio congreso, y ese congreso debe decidir (quiéralo o no, debe) la suerte de la revolución. Se trata de que la tarea sea clara para el partido: poner en la orden del día la insurrección armada en Petrogrado y Moscú (con sus provincias), la conquista del poder, el derrocamiento del gobierno. Hay que hallar el modo de hacer propaganda a favor de esto, sin expresarlo abiertamente en la prensa. Recordar, meditar acerca de las palabras de Marx sobre la insurrección: la insurrección es un arte, etc.
¿Acaso no disponemos de un aparato? El aparato existe: los soviets y las organizaciones democráticas. La situación internacional precisamente ahora, en vísperas de la paz por separado entre Inglaterra y Alemania, nos es favorable. Ofrecer la paz a los publos, precisamente ahora, equivale a vencer. Tomando el poder inmediatamente en Moscú y en Petrogrado (no importa quién comience; es probable que pueda comenzar Moscú) triunfaremos incuestionablemente y sin duda alguna.
Lenin entre el 12 y el 14 de septiembre de 1917.
II El Marxismo y la Insurrección.
“Entre las más perniciosas y tal vez más difundidas tergiversaciones del marxismo los partidos “socialistas” dominantes, se encuentra la mentira oportunista de que la preparación de la insurrección y, en general, la concepción de ésta como un arte, es “blanquismo”… ¿Cabe falseamiento más patente de la verdad, cuando ningún marxista niega que fue el propio Marx quien se pronunció del modo más concreto, más claro y más irrefutable acerca de este problema, diciendo precisamente que la insurrección es un arte, que es precisa considerarla como tal, que es necesario conquistar un primer triunfo y seguir luego avanzando de uno en otro, sin interrumpir la ofensiva contra el enemigo, aprovechando su confusión, etc.?
Para poder triunfar, la insurrección debe apoyarse no en un complot, no en un partido, sino en la clase más avanzada. Esto en primer lugar. En segundo lugar, debe apoyarse en el ascenso revolucionario del pueblo. Y en tercer lugar, la insurrección debe apoyarse en aquel momento de viraje en la historia de la revolución ascendente en que la actividad de la vanguardia del pueblo sea mayor, en que mayores sean las vacilaciones en las filas de los enemigos y en las filas de los amigos de la revolución, débiles, moderados o indecisos. Estas tres condiciones son las que en el planteamiento del problema de la insurrección diferencian el marxismo del blanquismo. Pero si estas condiciones están dadas, negarse a considerar la insurrección como un arte equivale a traicionar el marxismo y a traicionar la revolución…
Lenin, escrito del 26-27 de septiembre de 1917.